miércoles, 24 de enero de 2007

Si es que el pobre ya nació condenado a sufrir

Estoy convencido de que el nombre de "Salman Rushdie" es un concepto que tod@s tenemos grabado a fuego en nuestro subconsciente. Pues anda que no dieron la lata cuando el por aquel entonces máximo representante del gobierno iraní, Homeini, decidió que había que acabar con este literato británico-indio por lo que se le había ocurrido escribir en su libro "Los versos satánicos"... lo recordáis, ¿verdad? Yo no me he leído el libro, la verdad, pero mi padre sí y me dijo que, según su opinión, era un rollo tremendo, pero que nunca entendió el motivo de tal persecución hacia la persona de su autor, pues por lo visto no es tan ofensivo (al menos visto desde la neutralidad que da no ser creyente de ninguna religión en particular) para los intereses del mundo musulmán. Ello me hizo recapacitar sobre el tema y llegué a la conclusión de que este hombre estaba predestinado a tener esta clase de problemas desde el día de su inscripción en el registro civil. ¿Por qué?
Muy sencillo. Traduzcamos y desglosemos simplemente el nombre del interfecto: "Sal" = está claro que es el imperativo del verbo "salir", en castellano, con lo que se le está interpelando para que abandone su escondite, como así ocurrió, de hecho. "Man" = es el vocablo inglés para "hombre". Si es que se cae por su propio peso... ¿Y el apellido? Tres cuartos de lo mismo... está compuesto (y sin novia, je) por dos verbos en idioma inglés, a saber, "rush" y "die", significando el primero algo así como "meter prisa", "ser urgente", pero también "atacar" y el segundo es "morir". O sea, que resumiendo todo lo dicho anteriormente... "sal, hombre, que te vamos a atacar y te vas a morir". ¿Estaba o no estaba el escritor indio señalado desde mucho antes de la publicación de su libro? Padres insensibles...

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