Menudo viajecito el que dio origen a la foto que vemos en esta entrada... nos pasó de todo y fue una fuente inagotable de anecdotillas (algunas de las cuales iré exponiendo, sin duda, en la sección pertinente), desde el pinchazo de un neumático y su posterior reparación en plan humorístico hasta la gloriosa noche de O´Porto en la que un taxista suicida casi nos estampa 3 veces en edificios emblemáticos de la ciudad o desde el monumental atasco de la "A-3" tanto a la ida como a la vuelta hasta la noche en la que "Albino" (es un nombre, no un apodo, que el señor ni tenía los ojos rojos ni falta de pigmentación en la piel) nos emborrachó de lo lindo en su taberna portuguesa justo antes de irnos a cenar con los padres y la abuela de un amigo... qué gran viaje el que hicieron los extintos "Disorders of the macula" allá por el puente de diciembre del año 2005.
Concretamente, esta instantánea fue tomada de regreso a València (un infierno de viaje, por cierto, pues el embrague del coche no funcionaba y tuvimos que esperar unas 6 horas y 2 grados bajo cero en un área de servicio de la provincia de Ávila a que la inmensa caravana de coches que volvía a Madrid del puente fuera disipándose y no fuera menester para el conductor cambiar continuamente de marcha... llegamos a casa pasadas las 6 de la madrugada... y a las 8 ya estaba en la oficina trabajando, je, pero con unas ojeras dignas de foto) y en un pueblecito de Ávila cercano a la entrada de la autovía que enlaza Madrid con Galicia. ¿A que parecemos una banda de potente metal, jeje? Por cierto, no se aprecia bien en la imagen, pero estamos de pie encima de lápidas... que queda "más maléfico", je. Gracias a esta sesión de fotos a Sanchis, quien figura en primer plano y en posición acrobática, se le perdió el móvil... ¿a quién se le ocurre bajarse los pantalones para corretear a 0 grados por las cercanías de una ermita y un cementerio? No, no hace falta que me contestéis. A él. Solamente a él.
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