lunes, 26 de marzo de 2007

Vamos con una frase hecha...

Cuando algo cambia, pero nada cambia... curiosa formulación esta... se suele decir aquello de que "A REY MUERTO, REY PUESTO" queriendo decir que las sustituciones a veces no son todo lo complicadas o traumáticas que pudieran parecer en un principio, pero los orígenes de tal frase pueden sorprender a propios y extraños. Veamos, pues, en qué momento de la historia se originó este dicho.
Fue en los "locos" años 60, concretamente a principios. Hablamos de 1961, concretamente. En ese año Elvis Presley triunfaba cual Bisbal meneando su pelvis al desenfrenado ritmo del rock n´roll. De sobra era conocida la manía que profesaba este cantante al mundo árabe y es por ello que al fallecer el monarca Mohammed V de Marruecos, en la mansión que tenía Elvis en Sacramento, California, se celebró una macrofiesta con go-gós, striptease y la asistencia de multitud de amigos de la estrella norteamericana. Evidentemente, esa noche tanto el alcohol como las drogas fueron elementos importantes en la velada y años más tarde la fiesta aún sería recordada por el lamentable estado en el que quedaron algunos de los invitados al "sarao" y, fundamentalmente, el propio Elvis. Es por ello que se dijo aquello de que "a rey muerto" (refiriéndose al rey marroquí), "rey puesto" (hasta las cejas y de coca)... refiríendose al cantante de Tupelo (por cierto, cachondo nombre el del pueblo donde nació este icono del rock, ¿no creéis?).

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