Si parece que fue ayer... y llegamos al bicentenario

Mare de deu senyor... ¿200 entradas tiene ya el blog? Joder, más que mi propia cabellera... me parece alucinante que sea tan prolífico. Nunca pensé que escribir tonterías fuera algo que me motivara tanto y pudiera ocupar una cantidad de horas tan ingente. Pero bien, creo que voy a seguir por estos derroteros. Puede que en otras páginas de internet esta clase de "aniversario" se celebre regalando viajes a Cancún a sus lectores o sorteando una tabla de surf, pero en mi caso hay dos motivos fundamentales que me impiden realizar tal cosa: a) no tengo lectores y b) mi situación económica es similar a la de Bangladesh... los economistas de entre vosotr@s sabrán a qué me estoy refiriendo. Siendo así, ante la imposibilidad manifiesta de hacer algo fuera de lo común, es decir "en lo privativo", como el patio de mi casa... ah, no, que ese era particular..., lo único que se me ocurre es volver a plantear una duda existencial que me ha venido a la cabeza hace apenas unos minutos... pongamos que entramos en una habitación y vemos que dentro de ella hay 6 o 7 señores que están narrando fábulas, cuentos e historias variadas a un grupo de niños... ¿el que hace cuatro de los que leen es el afamado "cuarto de contadores" y por el que tan a menudo preguntan los de Hidroeléctrica en sus inspecciones? ¿Qué tiene de diferente al resto concretamente ese tio? ¿Acaso se sabe si alguien es un moroso por el orden en el que procede a leer en alto una historia infantil? Incomprensible.

Y me voy a ir yendo (interesante duplicación del mismo verbo, ¿no creéis? Parece una frase del Chavo del Ocho, el mexicano ese que hacía de niño revoltoso a la par que tontito que siempre decía eso de "fue sin querer queriendo"... qué mítico, je) con una frase en chiquitistaní, una de esas comparaciones (aunque esta de mi propia cosecha, claro) que hicieron famosos Pepe Navarro y los suyos en los gloriosos tiempos de "Esta noche... cruzamos el Mississippi" y que viene a ser como sigue... (sería importante emplear el clásico tono "achiquitado" de las imitaciones de Florentino Fernández): "en mi casa tengo un cuchillo que... jaaaaaarl... (no sé, por enfatizar esto último más que nada) tiene muchos aaaaños... y ha cortado más que el DNI de Pocholo en Pachá Ibiza". Hale. Sanseacabó. To be continued (soon).