miércoles, 17 de enero de 2007

Porque el Scattergories era tuyo...

- Bueno, no es una anécdota de Scattergories precisamente, sino de otro clásico de los juegos de mesa como es el Trivial Pursuit. Vale que a veces uno contesta lo primero que le viene a la mente y sin pensárselo demasiado, pero las dos respuestas que nos tocó vivir una divertida tarde de verano en Albacete (con el agravante de contestadas en un intervalo de apenas 5 minutos y por la misma persona) ha calado tan profundo en mi sentido auditivo y mi corazón que me veo obligado a relatarlo.
Primera pregunta: "¿en qué lado del coche está el pedal del freno?". Jugábamos chicos contra chicas y el equipo femenino era el encargado de dar respuesta a tan complicada pregunta (ojo, que todos superábamos la veintena de años y casi todos disponíamos ya de carnet de conducir), pero en lugar de decir algo se hizo el silencio y poco a poco un murmullo de discusión de apoderó de la habitación. Lo gracioso en este caso no fue la respuesta (es decir, para ser más exactos, la falta de la misma), sino un pensamiento en alto de Fernando, uno de los chicos (si hubiera sido una chica qué susto, ¿no? ¡Un transexual! Pues no, no, era un chico y estaba en nuestro equipo...), al cual le perdonaron la vida (pero no una serie de maléficas miradas) cuando soltó su máxima machista de "claro, si os hubieran preguntado en qué lado de la lavadora está el mando para centrifugar no os lo estaríais pensando tanto, ¿eh?".
Segunda respuesta: "nombren el principal instrumento de tortura utilizado durante la Revolución Francesa". Respuesta: "el tambor". Joder, ni que lo tocara yo, que eso sí que puede ser una tortura que riete tú de la de Shakira. En fin, que poco más tardamos en abandonarnos al vicio de la bebida y la vida nocturna en la ciudad, porque después de estas respuestas no merecía la pena continuar. El listón se había quedado tan alto que no podíamos subir más el nivel. Si es que hay que saber en qué momento hay que dejar de jugar.

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