Primeros coqueteos con el death n´roll de estos cuatro holandeses que hasta la publicación de este disco habían destacado por su brutalidad en obras maestras como "False" o su primer disco "Mindloss". Tras un CD como "Erase" en el que bajaron un poco el pistón para profundizar en medios tiempos (siempre omnipresentes en todos sus discos, eso sí), aquí dieron rienda suelta a su imaginación creando un disco muy al estilo del ""Wolverine Blues de Entombed o al "Heartwork" de Carcass (grabado el mismo año, por cierto... ¿casualidad tal vez? ¿Acaso existen las casualidades? Vete a saber...), es decir, muy rockero, con solos de guitarra incluso setenteros. Para mí es uno de esos discos que nunca me cansaré de escuchar, pues los 10 temas suenan frescos, melódicos, rockeros pero no por ello dejan de ser death metal. Leí que la definición que en Xtreem Music (anteriormente conocida por todos como Repulse Records) hacían de este disco era "hippie soul rock", pero va a ser que el potente vozarrón de Jan-Chris de Koeyer sigue presente y no deja lugar a dudas de que estamos ante un gran trabajo de death metal. Puede que no sea mainstream ni que se trabaje sobre estructuras típicas de este estilo, pero que nadie me venga diciendo que esto no tiene nada que ver con el death, pues estaría muy, pero que muy equivocado. Grandísimo disco de una no menos grande banda...
Estilo: Death metal
Año de publicación: 1996
Discográfica: Nuclear Blast
Canción recomendada: Electric poet
Valoración: 9,5/10
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