Este es uno de los pocos discos que puedo escuchar de principio a final sin cansarme lo más mínimo de él. Ni una sola canción ha sido incluida como relleno para darle una mayor longitud al disco, no existe ni un solo riff superfluo, ni una melodía de sobra... es sencillamente el mejor ejemplo de lo que es el "death-punk" que promulgan estos locos noruegos. Su estética gay puede echar atrás a más de un comprador del CD, sin duda, pero obviando los temas acerca de los que tratan sus canciones (por ejemplo, sobre una pizzería...), aquí lo que encontramos es puro punk-rock acelerado con unas melodías que hasta el mismísimo Jezulín no dudaría de calificar como "im-presionantes" (en dos palabras o incluso tres si me apuras). De principio a fin es un disco más que recomendable y que, para colmo, en su versión de directo suena calcado a lo que lograron hacer en estudio. Quien no los haya visto aún encima de un escenario no debería dejar pasar la oportunidad y está de suerte, pues tras unos años de silencio en los que la banda se encontraba oficialmente disuelta, regresaron con más fuerza que nunca y nos vuelven a deleitar con unas performances espectaculares encima del escenario. Mientras tanto, también se puede echar una escucha a su célebre directo "Darkness forever", en el que se encuentran muchas perlas de este disco y también del antecesor "Ass cobra", el disco que les convirtió en punta de lanza del punk noruego a finales de los años 90. También podemos encontrar a algún miembro de la banda en el proyecto "Scum", en el que se juntaron gente de bandas tan diversas como Amen (los americanos), Emperor (sí, los de Ihsahn y compañia...) o los propios Turbonegro. Y no suena nada mal, la verdad...
Estilo: Punk-Rock
Año de publicación: 1999
Label: BitzCore
Canción recomendada: Zillion dollar sadist
Valoración: 10/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario