miércoles, 20 de diciembre de 2006

"The seller of sures"

- Aún recuerdo la cara de sorpresa del sujeto que vino un buen día a casa de mis padres para intentar endosarnos una póliza de seguros... no sé para qué compañía trabajaba, pero estoy seguro de que la situación surrealista que vivió ante la puerta de mi piso no le dejaría indiferente. La cosa fue más o meno como sigue: mi madre escuchó un timbrazo, se acercó a la puerta y encendió la luz del pasillo para ver al interfecto. Ante ella había un señor trajeado con maletín (no, no era el cobrador del frac) que se aprestó a tratar de vender su producto con la frase "señora, desearía mostrarle las condiciones de nuestro seguro de enterramiento", a lo que mi madre hizo un ademán de "pues va a ser que paso" y le soltó la frase ("to the parrot...") "lo siento, pero aquí no tenemos ni campo ni tractores", cerrándole la puerta en las narices ante su incrédula mirada. Fue simplemente brillante... pero ojo, que tiene una explicación. Mi madre jamás había escuchado aquello de "enterramiento" (y la verdad es que suena mal con todas sus ganas, seamos sinceros) y por lo visto confundió el término con "herramientas", así que ella, muy seria en su papel, le dijo aquello sin pensar que fuera nada extraño, sino que era un tipo de póliza que a nuestra familia poco le interesaba. Ea, esta es la anécdota...

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