domingo, 28 de enero de 2007

Si ya lo decía Bisbal: "gracias por este sueño"

Ah, estoy que me duermo de pie... bueno, la verdad es que estoy sentado, con lo que la modorra es aún mayor si cabe. Y no me tumbo porque despertaría pasadas las 22 horas y luego no hay quien concilie el sueño por la noche. Pero qué malos que son los domingos de resaca. ¿Cómo es que a Jesús se le ocurrió resurrectar (¿este verbo existe?) en tal día como hoy? ¿Por llevar la contra a los borrachines? Joder, pero si era él quien convertía el agua en vino... qué tio más falso. Para que luego le echaran la culpa de todo al Judas Iscariote ese. Nunca entenderé las enseñanzas que nos quieren inculcar con la Biblia, de verdad que no. Total, que hoy no estoy precisamente resucitando y eso que ayer me tocaba conducir, con lo que, como persona con muchas luces (a veces me recuerdo a un árbol de Navidad), solamente bebí unas pocas cervecitas a lo largo de nuestro metalero periplo por el Gillman de Bétera, el Alcatraz y, finalmente, el Paberse Matao. Me imagino que vegetaré todo el día entre la habitación, el salón y esta butaca en la que estoy ahora y es que es de estos días en los que no se tienen ganas de nada: simplemente vaguear, echarse siestecillas por las esquinas y gastar calefacción a mansalva. Brrr... con el frio que hace ahí fuera y lo calentito que estoy delante de mi estufita. Pero incluso en los días de mayor inactividad como lo es este último domingo del mes de enero, mi neurona sana, esa que no se ha impregnado de alcohol en la noche anterior, da guerra y hace que mi mente no pueda hibernar como sería deseable, de modo que también hoy una pregunta ha aflorado en el jardín de mi mente... así que: vamos allá.
My silly question for today: si cuando yo cuando me ensucio lo "pongo todo perdido"... ¿acaso cuando lo limpio y queda todo radiante puedo decir que "lo pongo todo encontrado"? El fabuloso mundo de los antónimos es lo que tiene.

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