martes, 15 de mayo de 2007

Juan dixit:

Durante la disputa de un partido en el patio del DSV (Colegio Alemán de Valencia), un compañero de clase que padecía una severa bizquera disparó a puerta, pero el balón se alejó muy mucho de su objetivo pasando por lo menos a 10 metros por encima del larguero y fue entonces cuando un compañero soltó aquello de "joder, es que Marcos, donde pone el ojo, pone la bola". Lo que no sé es si lo dijo ya con maldad o si fue pura casualidad, pero está claro que, aun siendo un comentario un poco cabroncete, nos hizo reir... y mucho, que cuando eres niño estas cosas te han (aún más) gracia.

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