jueves, 11 de enero de 2007

El profesor chiflado

- Supongo que en todo colegio que se precie hay elementos raros en el profesorado y en el caso del DSV (colegio al que asistía un servidor) la cosa no era diferente. Había un poco de todo, como en botica, pero mi inseparable amigo Bernd y yo sentíamos una especial predilección por un profesor en concreto... bueno, lo de la predilección no significaba otra cosa que "ganas de burlarnos de él", entiéndase. Era un hombre desgarbado, de pelo largo, delgado, con la cara arrugada... ya de por sí bastante esperpéntico, sí, pero el día en el que nos dimos cuenta de que no se cambiaba los pantalones NUNCA (y cuando digo esa palabra la digo sabiendo su significado y sin tender a la exageración, que conste) el cachondeo ya era tremendo. Cada mañana aparecía con sus pantalones de pana... su cinturón coloreado y su jersey de lana, por cierto... que ahí parecía tener al menos 2 modelos que intercambiaba a su libre albedrío a lo largo de la semana. Yo creo que no le gustaba mucho ir de compras, porque lo que es el sueldo os aseguro que le daba para vestir más y mejor de como lo hacía. En fin, que siempre iba con el mismo modelito el tio... pero la anécdota en sí vino cuando vimos que un día se le había roto la cremallera del pantalón. Nos dijimos "hombre, menos mal, ahora igual cambia de pantalón el tio", pero no, ni así... su inseparable amigo el pantalón fue remendado con (atención, que esto era como para verlo) un trozo de su cinturón con los colores del Arco Iris cosido por encima. No nos meamos encima de casualidad, vamos. ¿Puede haber algo más cutre? ¿Puede haber "alguien" más cutre? Con razón le regalaron un peine en la fiesta de graduación al buen hombre, jeje... Se lo ganó a pulso.

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