Cielo azul, 30 grados... nadie diría que esta foto está tomada en Alemania, ¿verdad? Bueno, quizás quienes hayan/hayáis estado en Trier (Augusta Treverorum para los romanos, que aquí hay historia para dar y tomar) sí que lo hubiérais dicho, pero no os paséis de list@s, jeje. El caso es que es la ciudad más antigua de Alemania (vamos, según dicen ellos en las postales y tal...) y lo que sí que puedo atestiguar es que se trata de una de las localidades con mayor número de calles peatonales de cuantas haya visto en toda mi vida. Si vais en coche más vale que lo dejéis bien lejos, je, porque en el centro os va a resultar imposible dejar el vehículo. Menos mal que al final yo me decanté por ir en bus y no tuve este dolor de cabeza adicional. Por cierto, lo que se ve en la foto es uno de los múltiples parques de la ciudad y un palacio anexo a una iglesia... creo que era del S.XIX, pero no me hagáis mucho caso... la verdad es que no leí demasiado los rótulos que explicaban qué era aquel edificio rosado. El caso es que es una ciudad espectacular... así que, si tenéis que hacer escala en el aeropuerto de Frankfurt/Hahn, es una muy buena opción para hacerse una escapadita, pues está a hora y 5 minutos del aeropuerto... y eso en bus, que conste. Además, al ser una ciudad universitaria, el centro está plagado de garitos... e incluso hay un barrio dedicado en exclusiva al mercado del sexo... sí, sí, habéis leído bien: sex-shops, salas de bailoteo erótico, clubs de alterne... vamos, como en la Reeperbahn de Hamburgo o el barrio rojo de Amsterdam. Y yo que venía de un viaje sin ligar nada de nada durante 8 días... uf, me fue duro no meterme en ninguna de esas casas de perdición, jeje. Pero no fui, que conste. Eh, ¿qué pasa? ¿Que no os lo creéis? Gente de poca fe... sobre todo en mí, jeje.
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