Esta imagen la tomamos en uno de los museos que mejor definen su contenido en su propio nombre o denominación... "Museo de la Tortura". Y es que no sabéis la tortura que supone ver una mieeeeeeerda de museo (con todas sus letras, incluso las que me he inventado para enfatizar) como este de Firenze. ¡Y encima te sablan 8 euros por cabeza! O sea, que a mí, por ser tio, casi me cobran 16... que nooo, que es coña. Pero sí, sí, 8 euros. Y con todo el morro del mundo. Un habitáculo que era más pequeño que mi terraza que albergaba todas las cosas que había en este museo. te colocaban un auricular incomodísimo que encima se oía fatal y hale, te soltaban por los 20 metros cuadrados de museo. Horrible. No vayáis ni de casualidad, vamos. Y no os dejéis engatusar por la denominación del museillo en cuestión. De lo más lamentable que he visto jamás. Ah, no, no, no... carta a mis abogados, carta a mis abogados... (Sept.2007)
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