Es posible que una imagen valga más que mil palabras, pero ni así se acerca a la emoción sentida y vivida en directo, de eso podéis estar segur@s. En este caso la foto es de nuestra expedición oscense (aunque me parece recordar que el sitio por el que hicimos el descenso pertenece a la provincia de Zaragoza) del pasado fin de semana. El río Gállego llevaba mucha agua (y, como se puede apreciar por el color de la misma, iba con fuerza y a una velocidad importante) y eso hizo más emocionante si cabe la experiencia de descender montados en las lanchas neumáticas los casi 8 km del recorrido. A todo esto, el de atrás, junto al monitor... sí, ese de la potente remada digna del equipo olímpico de remo, ese soy yo... A ver si en julio hay tiempo para volver a practicar este divertido deporte. Por cierto... si eso que he dicho antes de que una imagen siempre vale más que mil palabras... ¿por qué un póster es más barato que un libro? Si es que el refranero tira a engañar a veces y no es... (April 2007)
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