Otra foto del año pasado que rescato de mis archivos personales. La isla de Lanzarote nuevamente... es seca de narices... de hecho cuando la sobrevuelas y piensas que te vas a quedar una semana en ese desierto rodeado de agua salada te acongojas y maldices cual Rumpelstiltskin (algun@s conoceréis las aventuras de este duendecillo malvado de cuento infantil, je) la hora en la que te dejaste convencer para ir a la dichosa isla... pero una vez llegas a tierra, la verdad es que es un paisaje lunar muy peculiar y digno de ser investigado en profundidad. Vamos, que la primera impresión no siempre es la que queda. Menos mal.
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