¿Pero a qué extremo de crueldad podemos llegar si ya permitimos que hasta los asesinos a sueldo se permitan el lujo de colocar pegatinas en las paredes de nuestras ciudades (esta en Bilbo, por cierto) ofreciendo sin ninguna clase de impunidad sus servicios a la gente que les desee contratar? No, si de aquí a nada fijo que también se apuntarán a la moda los "partidores de piernas", "hostiadores profesionales" u otros miembros del gremio... de hecho, en un periódico de gran tirada valenciano (y no es coña) ya se puede leer en un anuncio por palabras: "cobrador de morosos: métodos expeditivos". No sé, a mí me suena a amenaza encubierta, ¿a vosotr@s no?
P.D. Que sí, que ya sé que el "acuchillador" renueva el parquet de las casas... pero no me negaréis que es un oficio con un nombre que puede inducir a confusiones tontas, ¿verdad?
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