jueves, 12 de marzo de 2009

Nomad (Sepultura)



Cuando preguntaba a la gente que había ido a Marruecos qué tal le había parecido la experiencia las contestaciones eran (sorprendentemente para mí) bastante unánimes y es que parecía que todo el mundo volvía encantado con el principal país productor de pateras con dirección a Canarias y otras zonas controladas por naciones del "viejo continente" (se llama así, por si no lo sabéis, porque ahora ya lo han rebautizado como "Carrefour"... que todo hay que decíroslo, jeje). No sabía muy bien si fiarme, pero fueron tantas las voces a favor de Marruecos que ya parecía una especie de clamor popular, con lo que a finales del año pasado estuve curioseando por internet para ver si encontraba viajes asequibles y no me lo pensé mucho antes de comprar un vuelo que me llevase a la ciudad de Marrakech desde Barajas. Pues bien, dicen que la primera impresión es la que queda, ¿no? Pues es horrible, ¿qué queréis que os diga? Acostumbrado a nuestra cultura occidental puedes ver ciertas cosas como "curiosidades", pero verle el encanto a gente defecando en parques, cocinando con las manos cochinas o tratando de convencerte siendo unos pesados de órdago de que les compres alguna pieza de artesanía en su tienda... pues bueno, como que no. Sospecho que muchos de los que me hablaron maravillas de este sitio eran fumetas... con lo que se debe perder un poco el norte (en este caso quizás más bien el sur, je) a la hora de contemplar las cosas y de valorar la belleza o no de un sitio. Eso sí, tengo que decir que los paisajes son espectaculares y que hay una increíble variedad de vistas, desde las montañas nevadas del Atlas hasta desiertos o desde playas en Essaouira muy apreciadas por surfistas hasta palmerales y huertos en las cercanías de Marrakech... eso sí, que lo cuiden un poco, porque está todo que se les cae a pedazos y así es difícil convertirse en una verdadera potencia turística, suponiendo que eso sea lo que se proponen... que me imagino que sí, porque debemos ser una de sus principales fuentes de ingresos. Por cierto, la foto que he colgado pertenece a la ciudad de Ouarzazate, una especie de oasis a medio camino entre las arenas del Sáhara y los picos de montaña nevados de la cordillera del Atlas. Una kasbah espectacular y el "Hollywood marroquí", puesto que en sus cercanías se han rodado películas tan afamadas como El regreso de la momia, Babel, Las colinas tienen ojos o Gladiator. Casi nada, ¿eh? En resumen, dentro de 50 años lo mismo hablamos de otra cosa, pero hoy por hoy a Marruecos le faltan 29 lavados de cara antes de ser el país espectacular con el que esperaba encontrarme. Y digo yo... ¿qué vería Carmina Ordóñez en esta ciudad para apoyarla de esa forma tan incondicional? Lo dicho, que las drogas son muy malas, jaja. (March 2009)

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