miércoles, 16 de julio de 2008

Extreme conditions demand extreme responses (Brutal Truth)

Cuando uno oye hablar de festivales de música en los meses de verano es fácil caer en la tentación de asociarlo al FIB o al Rock in Río (que mucho "Río", mucho "Río", pero el año pasado se hizo en Lisboa y esta año en Arganda, Madrid... es como decir que me voy al estadio de Anfield en Liverpool a ver jugar al equipo inglés y me plantan el partido en el campo del Burjassot, no me fastidies...), pero está claro que no todos estos eventos están cortados por el mismo patrón. Y donde manda patrón no manda marinero. No sé por qué he dicho esto, pero ahí se queda... que las frases hechas siempre lucen una barbaridad en un texto, jaja.
Sin ir más lejos, el fin de semana pasado estuve de visita en un recinto llamado Na Bojisti en la ciudad checa de Trutnov para ver un festival que se autodenomina como "freak-friendly", así que... con esta premisa y sabiendo que tocaban bandas que respondían a nombres tan bellos como "Gonorrhea Pussy", "Flagitious Idiosincrasy In The Dilapidation", "Extreme Noise Terror", "Fucksaw" o "Malignant Tumour", ya nos podemos hacer una idea de la clase de perlitas que caminaban por allá, ¿no? Pues no, no podemos, leñe... porque la imaginación no puede llegar tan lejos, de verdad que no. Veamos algunos de los casos más "dramáticos" vistos en estos últimos días en el citado festival:
Ejemplo práctico 1) "el cagavasos"; este es un sujeto que, ayudado por su colaboradora necesaria, su novia, se dedica a deponer sus heces fecales a plena luz del día en un cubalitro rodeado de centenares de asistentes al festival para, una vez dentro del vaso correspondiente, compartir con todos los presentes a modo de regalo lo expulsado por su intestino... vamos, que lo tiró a las masas.
Ejemplo práctico 2) "el exhibicionista"; de estos había a patadas... y es que a veces parecía más una noche de carnaval en un putiferio o en la fiesta del orgullo gay que un festival musical normal (bueno, normal no era, jeje). Desde desnudos integrales hasta formas más sutiles de travestismo como un chico ataviado con un picardías rojo, otro con las bragas de su abuela, otro con una malla de pesca, el del conjunto picarón o aquel que iba de novia... todos ellos comparten una cosa: acaban irremisiblemente en bolas y restregándote sus genitales por el cuerpo cuando se tiran del escenario, porque ahí no hay Dios que se pueda apartar. Si te cae encima, te cae. Punto. Te callas.
Ejemplo práctico 3) "los olisqueadores"; pandilla de 4 locos que se metían el dedo índice en el ano para luego comparar lo exquisito de las fragancias que de ellos salían. Empezaron recataditos tocándose a sí mismos, pero no tardaron en envalentonarse y probar directamente los olores de los anos de sus compañeros de juegos mediante la introducción dactilar en ano ajeno... un poco puercos sí eran, sí... ¿para qué lo vamos a negar?
Ejemplo práctico 4) "el pesado de la zapatilla"; engendro de personaje que se pasó tooooodo el santo festival untando en barro una zapatilla a modo de chancla para golpear con ella a quienes disfrutaban de los conciertos. En ocasiones hasta pedía a la gente que hiciera un calvo, sacara un pecho o mostrase sus atributos para, con ganas y no sin cierta dosis de mala leche, pegarles un zapatillazo a continuación. Si me preguntáis... "un idiota", vamos. Y los que se dejaban pegar y le hacían caso... doblemente idiotas.
Ejemplo práctico 5) "el que ofrece sus encantos a cambio de una foto"; sujeto con piercings, brandings, tatuajes e implantes (y más cosas no, porque no se las conoce) que iba por el festival con su pene agujereado fuera del pantalón pidiendo a la gente que le hiciera una mamadita... que él, claro, fotografiaría para colgar en vete a saber qué web rara de narices para depravados. Lo raro es que hubo gente que accedió. No sé quién era el más friki... si el que se ofrece o el que dice que sí. Para mí que el segundo, ¿no?
Y no os cuento más porque no quiero ser pesado... vamos, al menos no "aún más pesado". Lo que quiero decir con todo esto es que "viva el Obscene Extreme", que "vivan los freaks" y que veáis que hay gente que está para que la encierren en un sanatorio mental allá donde vayáis... pero no todos son realmente peligrosos. ¿O quizás sí? La música puede que amanse a las fieras, pero en este caso yo creo que las hizo más feroces, jeje.
Por cierto, ya sabéis que suelo acabar estos comentarios con una pregunta de cosecha propia... pero en esta ocasión solamente es una recomendación o advertencia: no os quejéis tanto cuando un amiguete llega a vuestra casa, abre la nevera y, ni corto ni perezoso, se saca una birra de ella para resfrescarse el gaznate. Siempre será mejor que "te gorronee" a que se le crucen los cables y "te gonorree"... si es que nos quejamos a veces por nada, jeje...

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