No, no es el salón de mi casa... ni el de la casa de mis padres. Es más, ni tan siquiera es la chimenea de algún familiar ricachón que pudiera tener. La imagen está tomada en el Chateau de Gruyéres (seguro que alguno habrá pensado "jaja, mira, como el queso"... pues sí, justo como el queso... ¿y sabéis por qué? Porque ese es el estilo de queso que hacen allí, que para eso lo inventaron ellos.), en pleno centro de Suiza. Una zona preciosa de valles, riachuelos, montañas nevadas y lagos azul verdoso... una auténtica delicia para los cinco sentidos. Vamos, que si no llega a ser porque el bolsillo se resiente tanto con las visitas al país helvético, sería un destino turístico ideal y en el que me encantaría repetir una y otra vez, como con las natillas Danone. En fin, esta foto forma parte del amplio reportaje que he hecho de mi última escapadita, esta vez por tierras suizas, alemanas, luxemburguesas y francesas. Ahora se me acaba el chollito de las vacaciones por un tiempo, así que... ajo y agua, ¿no? De mi casa a la oficina y OBK... uy, no, perdón, quería decir "y viceversa"... es que se parecían tanto que me he liado, jaja. (June 2008)
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