martes, 8 de abril de 2008

In the hall of the mountain king (Savatage)



Poco medieval queda el parking de turismos que hay a mi espalda en la preciosa localidad de Aínsa, en el pre-Pirineo oscense, pero es prácticamente lo único que no se conserva como hace 600 años. Los edificios de piedra y pizarra, la gigantesca plaza del pueblo, los restos del castillo, la muralla... todo ello aún tiene sabor a antiguo y eso es muy de agradecer hoy por hoy. Buenos restaurantes, vistas panorámicas hacia las grandes montañas del Pirineo (Aneto y Monte Perdido, entre otros) o al embalse cercano al pueblo y un sinfín de tiendecitas de artesanía hacen que la visita a esta bella localidad a medio camino entre Huesca y Lleida sea prácticamente obligatoria para todos aquellos que, como yo, amamos todo lo medieval. (April 2008)

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